4.6.14

Y llegaron los treinta...

Estoy sobre las nubes, en un vuelo con destino a Orlando, donde me espera mi amada hermana y a quién deseo ver enormemente.

Siempre me pregunté cómo sería este día, cómo sería mi último invierno teniendo veintes y cómo sería mi primer día de primavera ya con treintas.

Bueno, el día ha llegado. El miedo ha desaparecido, y la emoción surge dentro de mi ser. Treintas...se oye a tantos años, se oye a madurez, se oye a prisa, se oye a crecimiento, a libertad, a abundancia, a sabiduría, a dejar de fingir para poder ser.

Tres décadas he vivido yo, y la mayoría de mis amigos, ¡¡¡tres décadas!!! Toda una vida.

Sí, los treinta son los nuevos 20. Esa es la parte que más me gusta. Puedo hacer de mi vida lo que quiera porqué puedo (gracias a Dios).

Es un nuevo despertar, no solo es un nuevo ciclo de cumpleaños sino una nueva etapa. El Next Level, diría Lucho Mayor :)

Hoy no celebro mis 30, celebro las grandes bendiciones que Dios me ha dado. En estas 3 décadas, celebro tener gente maravillosa a mi alrededor, gente que parece que me las saqué en la lotería como un gran golpe de suerte. Gente realmente valiosa, llena de sueños, llena de amor, llena de miedos que los hacen más fuertes, llena de magia...tan como yo. Vibro con ellos y agradezco que me dejen vibrar con ellos. Gracias.

Y por supuesto, gracias Jehová por mi hermosa familia que me has regalado. Seres de luz, ángeles de mi camino.

No hay duda que cuando uno hace recuento de bendiciones, el corazón rebosa de alegría.

Treinta...bienvenidos sean, los recibo con los brazos abiertos.