22.6.19

Solo por escribir

Vine a tomar un café aquí en la Roma, y nadie tomaba mi orden, empecé a sentirme ansiosa por el evento de "no recibir atención". Traté de tomarlo con calma, sin embargo el sentimiento iba creciendo, exigéndome prestar atención. De modo que paré, respiré profundo y dije: "¿qué es en verdad lo que me molesta de que no vengan a levantar mi orden?" Respiré, observé a mi alrededor y me dije: "El mesero va a venir cuando tenga que venir", exhalé y vi que todas las mesas tienen un timbre, volví a respirar profundo y me di cuenta que al final, siempre, todo está a nuestro alrededor, disponible y listo para usarse cuando uno requiere ayuda, siempre y cuando prestes atención. El ver el timbre, me dio mucho alivio, sentí alivio al ver que si llegaba un punto de quiebre, podía tocar el timbre y alguien forzosamente "tendría que venir a mi rescate". Solté el evento, porque no estaba en ese punto de desesperación, así que tomé mi cel, hice checkin, y pensé nuevamente: "el mesero va a llegar cuando tenga que llegar". Continué divagando en internet y cuando moría por tocar el timbre, el mesero se apareció, tomé mi orden y me entregué al momento presente...

The life is a message, solo dejate escuchar.

Namasté.