Inspiración a distancia
Eran las 15hrs. aproximadamente, y me encontraba caminando, depresiva, por el Parque Hundido. El día no era el más soleado de todos, traía los audífonos puestos y estaba oyendo, gracias al aleatorio del iPhone, alguna canción de Muse.
El eco de la reminiscencia provocada por el sonido de la melodía, me llevo a un vago y eterno recuerdo de ti, hombre fiel que ha permanecido en mi mente por mucho tiempo y a quién idealicé hasta el cielo.
Apareciste de forma borrosa y borrascosa, mostrándome tú, ahora, casi nulo esplendor.
Enredados en los escombros del destino, nos alejamos hasta ser irreconocibles.
Eras grande amor, pero el tiempo y la distancia, te han regresado a tu tamaño original. Algún día tenía que pasar.
Jamás te diré adiós, no por la obsesión, sino por la sensación de saberte inherentemente mío. Más bien te digo "bienvenido". Bienvenido, como parte de mi historia. Déjate abrazar sin miedo. Te reconozco. Solo espero que tu también me reconozcas.
Como sea, fue agradable pensarte desde esta perspectiva, donde te siento lejano, donde te veo ajeno. Ajeno a mí, a pesar de conocer nuestra vida pasada alterna, en los mundos del misticismo, donde no sabes si creer o no, ahí, sí, tuvimos una trágica y hermosa historia.
Para ti, que siempre has sabido quién eres.
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