4.11.12

A uno, a dos, a todos.

Tiene mucho que no vengo a ti, a entregarte el corazón en letras, a expresarme como mi mente lo implora.
Tiene mucho que no deseo, que no anhelo y que no alerto.
Tiene mucho que no te veo, tiene mucho que no me veo.
Me tuerzo al mirar...
¿Qué tipo de compresión merezco? ¿qué tipo de esperanza busco?
Enamorarse de un músico es tan sencillo, basta con escucharlo, con sentirlo.
El alma hecha música, ¿en qué me inspiro? ¿en quién me inspiro?
Verte, verlos palpar el talento, quebrar en lo eteno, caer en el abismo, en el abismo en espiral que te lleva a pulir ese diamante. Hay más y me emociona, me emociona porque me conecto, voy para allá. Espérame y recuérdame.
Estoy enamorada de la música, estoy enamorada de tu personalidad y la de aquel también.
Nacen y brillan, desbordando genialidad. No importa cuántos sean, no importa si aparecen más, lo importante es que haya uno.
¿Hacia dónde van? ¿Hay más como ustedes? ¿Qué son? Necesito uno para vivir.
Son droga, droga pura, gracias por existir.
Enamorarse de un músico y beber de ellos, beber su adictiva y dulce locura que transpira de su increíble piel.
Déjenme envolverme en ustedes.
Somos uno, son el universo.
Llévenme consigo...

No hay comentarios: